El termómetro, a manera de queja -¿o festejo?- tuvo sus exabruptos el día noventa y cinco del año, momento que mis amigos Eme y Pe aprovecharon para casarse. Ojalá duren otra montaña de años juntos.
Unas sandías; nada se esconde detrás de ellas, tal vez una pincelada de sarcasmo: ¿es necesario OTRO cuadro de sandías (listo para colgarse en la cocina)?
Ver detalle. Verde Talle.
. . .
Meteorito: Jo-jo, Will Self es buenísimo. También larga vida al sátiro inglés.
3 comments:
Veo que este es el blog que tiene movimiento... y hartos cuadrados.
Pero que ricas sandías!!! Voy al mercado a comprar una....pero creo que no se van a ver tan sabrosas como su cuadro señor!
Me invita ambas rebanadas?
Felicidades estan "sabrosísimas"
¡Y yo que me enteré el mismo día como a las nueve!
Ni hablur.
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